En la misma, participó el actual Director-Gerente del Consorcio Patronato Festival de Mérida, Pedro Blanco, que explicó cómo y de qué forma se ha desarrollado su labor los últimos casi 14 años.
Colaboración/Texto: Ana Valentina Ayala Funes
21 March 2024
La charla-coloquio estuvo dirigida por Javier Llanos, divulgador y, junto a Pedro Blanco Vivas, participaron Damián Galán y Guillermo Galán, integrantes de Espectáculos Ibéricos, empresa que dirigió el Festival a finales de los 90 y, principios del 2000 y, Antonio Vélez, alcalde de Mérida, desde 1983 hasta 1995.
A partir de una descripción de la estructura administrativa del Festival, se realizó un repaso a las diferentes etapas del Festival de Mérida, desde que se produjo el traspaso de responsabilidades de gestión desde el Ministerio de Cultura primero al Ayuntamiento de Mérida y, tras ello, a la Junta de Extremadura, que la mantiene en la actualidad.
A lo largo de la charla, se dió especial relevancia a momentos protagonizados por los integrantes de la mesa redonda: 1983 (edición-celebración de los 50 años de la primera representación), 1984 (creación del Patronato), 1993 (primera externalización de gestión), 2012 (modelo de gestión actual)
Cabe subrayar que, en el público asistente, se encontraba Ana Valentina Ayala Funes, licenciada en Publicidad y Relaciones públicas y, responsable del departamento de Comunicación de Renfe, quien ha realizado un análisis de lo acontecido.
En su reflexión, ha subrayado que "ambos nacimos en 1984 y este año cumplimos 40. Esta cifra me da vértigo, pues, según la esperanza de vida en España, ya «voy a darle la vuelta a la pata de jamón». Sin embargo, para una institución como el Patronato, los 40 significan una gran consolidación y, por ende, una larga esperanza de vida. Eso sí; la salud hay que cuidarla, así que los responsables de su gestión deben seguir trabajando para que dicha institución no enferme durante ese largo camino".
Además, resalta que, "en este último aspecto estuvieron de acuerdo todos los invitados al coloquio", recordando que "el Festival de Teatro Romano arrancó en 1933 con la actriz Margarita Xirgu protagonizando una versión de Medea. Desde entonces, acumula 70 ediciones con diferentes formatos. Siempre ha supuesto un filón turístico para la capital extremeña y, tal y como comentó Vélez, antaño se medía el éxito de asistencia según el número de coches aparcados alrededor del monumento. Hoy en día se considera uno de los eventos culturales más prestigiosos de España. El aforo es de 3.500 espectadores por obra y la programación dura dos meses, algo inviable para cualquier otro festival".
También, añade que "con la llegada de la democracia, el gobierno español descentralizó sus funciones y las Comunidades Autónomas comenzaron a gestionar sus propios recursos culturales. A raíz de aquello, varias entidades públicas y privadas decidieron aunar competencias y formar un consorcio con carácter administrativo para gestionar el Festival de Teatro Romano. Los integrantes actuales son: Junta de Extremadura, Ayuntamiento de Mérida, Ministerio de Cultura, Diputaciones de Cáceres y de Badajoz".
Ana Valentina Ayala indica que "el evento experimentó momentos de auge y declive a partes iguales. Y es que ya hemos comentado la importancia de cuidar la salud, por eso se han buscado fórmulas diferentes de gestionar el Festival, como la externalización en el año 1993, siendo la concesionaria Espectáculos Ibéricos, y posteriormente en 2012, donde se elige a Pentación como empresa organizadora, función que lleva realizando hasta la fecha".
Asimismo, resalta que "yo soy extremeña de toda la vida, pero emeritense desde hace poco. Recuerdo cuando llegué a esta ciudad el verano pasado. No conocía a nadie y todo se me hacía inhóspito.Una noche decidí salir a pasear yo sola y vi bullicio en torno al Templo de Diana. Un grupo local de teatro estaba representando una obra al aire libre! Me senté en las gradas, aquella noche y varias más".
Para Ana Valentina Ayala, "las actividades vinculadas al Festival consiguieron que mis primeros días en Mérida se volvieran más amables. Y en 2024, en el verano en el que cumpliré 40 años, asistiré por primera vez (espero que no por última) a una obra celebrada en el Teatro Romano de Mérida. Voy con las expectativas muy altas porque en el coloquio al que he asistido esta semana me he contagiado de la ilusión que transmitían algunos de los ponentes. El Patronato y yo estamos de celebración. Soplemos las velas y pidamos el mismo deseo: iLarga vida y buena salud!"